Gary McKinnon se describe a si mismo como un inofensivo programador de computación, obsesionado con los OVNIS y que sufre del síndrome de Asperger, que es una forma de autismo. Para las autoridades estadounidenses, en cambio, se trata del mayor hacker militar de todos los tiempos.
La decisión del Alto Tribunal británico de rechazar la petición de McKinnon, que buscaba evitar la extradición a Estados Unidos, se traduce en que podría enfrentar hasta 70 años de cárcel si es condenado por la justicia estadounidense.
La decisión del tribunal busca solucionar este caso "de manera expedita." Los jueces, en las 41 páginas del fallo, dicen que la extradición "no solo es legal, sino la respuesta proporcionada para su delito".
Los cargos
El delito de Gary McKinnon, de 43 años, fue penetrar en 97 computadoras, robarse 950 contraseñas y borrar 1.300 cuentas de internet. Solo que su blanco en el ciberespacio fueron las computadoras del Departamento de Defensa y la Nasa.
Los ataques fueron realizados entre 2002 y 2003, luego de los atentados contra Nueva York y Washington, en 2001.
Las autoridades estadounidenses lo acusan también de causar un total de US$800.000 en daños.
El hacker británico no desmiente los hechos, pero niega haber actuado con malicia o haber dañado los sistemas.
Él está muy enfermo. Padece de dolores en el pecho, está afectado emocional y mentalmente. Él está aterrorizdo de lo que pueda pasar.
Madre de Gary McKinnon
Su argumento es que buscaba información clasificada sobre los OVNIS. De esta forma, McKinnon se declara culpable sólo de haber logrado el acceso no autorizado a cierta información, pero no de haber causado perjuicios.
En su versión, las autoridades estadounidenses agregaron la acusación de daño para convertir el delito en una causa extraditable.
Tras conocer el fallo de Alto Tribunal británico, la madre de Gary McKinnon dijo a la BBC que temía por la salud de su hijo.
La salud mental de McKinnon
En agosto de 2008, McKinnon es diagnosticado con Síndrome de Asperger. Sus abogados han planteado desde entonces que McKinnon debería ser juzgado en el Reino Unido para proteger su salud mental.
La Sociedad Nacional de Autistas (NAS), dijo sentirse "decepcionada" y "molesta" con esta última decisión del Alto Tribunal.
"Las personas con Síndrome de Asperger son más vulnerables de lo que aparentan. Son personas aisladas que si no se tratan correctamente, terminan con daños mentales severos", comentó a la BBC Mark Lever, director ejecutivo de la NAS.
"Gary claramente es alguien que no está preparado para lidiar con el sistema penal estadounidense y es evidente que sufrirá un colapso nervioso si es extraditado".
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